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Tres niños y una flauta. ¿Hillary o Trump se merecen la flauta?

 

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por Miguel Mier  |  abril de 2016

«La pobreza no es sólo la carencia de dinero sino la falta de oportunidades para desarrollar todo el potencial de un ser humano”. Amartya Sen (premio Nobel de Economía 1998).

Un genio en vida es el economista indio de 83 años Amartya Sen. Sen ha impartido cátedra de economía y filosofía en las universidades de UC-Berkley, Stanford, MIT, Oxford, Delhi School of Economics y London School of Economics entre otras. Harvard lo nombra University Professor en 1986 (máximo nombramiento que se puede dar a un profesor). En 1998 recibe el premio nobel de economía.

Amartya Sen en 2009 publica un libro de filosofía y economía titulado “The Idea of Justice” o “La idea de la justicia” y es de ese libro del que les quiero compartir un cuento.

El libro empieza con la historia de tres niños Ana, Bob, Carla y una flauta. El cuento arranca con una pregunta: ¿cuál de los tres niños debe de tener la flauta?. Ana dice que debe ser ella por ser la única que la sabe tocar. Bob dice que él debe tener la flauta porque es el más pobre, no tiene ningún juguete y Ana y Carla si tienen otros juguetes. Carla dice que ella debe tener la flauta porque ella es quien hizo la flauta. Habiendo escuchado a los tres ¿quién se debería quedar con la flauta?

El argumento de Ana de ser la que mayor provecho le puede sacar, es un pensamiento económico utilitario, basado en la utilidad que se puede derivar de cualquier bien.

Bob usa una teoría económica igualitaria o socialista, donde las condiciones de las personas se deben nivelar independientemente de sus capacidades, méritos o trabajo.

A Carla le parece absurdo que estén pensando en tener la flauta quienes ni siquiera trabajaron en su fabricación. El argumento de Carla también hace sentido y se basa en la teoría económica liberal de que los bienes deben ser de quienes trabajaron para tenerlos. En palabras de un campesino mexicano, héroe revolucionario, Emiliano Zapata: “La tierra es de quien la trabaja”.

Hasta este punto, como pueden descubrir los argumentos de los tres niños hacen sentido y no es tan claro cuál de los tres debe de tener la flauta. Este debate no es solamente económico sino también ético: ¿qué es lo correcto? ¿qué es lo justo? Por eso el libro de Sen se titula “La Idea de la Justicia”. Lo admirable de las lecciones de Amartia Sen es que con un cuento tan sencillo nos puede poner a reflexionar sobre tres principios económicos que durante siglos nos han dividido a los humanos. El capitalismo (Adam Smith), el socialismo (Carl Marx) y el utilitarianismo (John Stuart Mill). Hoy mismo cada gobierno tiene que definir qué enfoque darle a su política económica y cómo muchas cosas en el mundo no son blanco y negro sino alguna tonalidad de gris.

El debate sobre política económica más relevante en estos meses, por su impacto mundial, es el de los planteamientos de los candidatos a presidente de Estados Unidos. Con el afán de hacer el análisis más acotado me enfocaré en las propuestas de los dos candidatos más probables de fuerzas políticas opuestas: Donald Trump (Republicanos) y Hillary Clinton (Demócratas).

Según lo publicado por insidegov.com las propuestas de Donald Trump en materia económica son claramente más conservadoras que las de Hillary Clinton, quien tiene ideas más liberales. Considerando que el centro del debate económico sería una calificación de 0 insidegov.com le da a Trump un -8 y a Clinton un +4. Trump muy del lado de Carla (capitalismo) y Hillary un poco hacia el lado de Bob (socialismo).

Con base en lo que publicó Lauren Lyons el 3 de abril en el International Business Times (IBT), las políticas económicas de ambos candidatos plantean un futuro económico muy distinto para el pueblo americano. La base de sus estrategias económicas es la forma en que presentan el cobro de impuestos o política fiscal.

Antes de entrar en los detalles de la política fiscal de cada candidato cabe mencionar que la política económica de cada candidato será la variable más importante para definir la intención de voto de los ciudadanos americanos, también de acuerdo a una encuesta de IBT.

Nos guste o no Donald Trump como candidato, lo que propone es muy concreto y atractivo para el votante de hoy. Hacer que le llegue más dinero a cada trabajador americano cobrando menos impuestos. La política fiscal de Trump beneficia a todos los americanos pero beneficia mucho más a quienes reciben mayores ingresos, a los ricos. Si graficamos los ingresos de los americanos en una línea horizontal desde los más pobres hasta el 95% de los más ricos recibirán un incremento en promedio del 4%, pero el restante 5% más rico recibirá un beneficio hasta del 18%. El 5% de los más ricos de EU será un 18% aún más rico. Esta política, además de abrir la brecha entre ricos y pobres, tiene un costo futuro. El déficit federal que esta política provoca es de hasta $9.5 trillones de dólares en la próxima década. Esa cifra es enorme comparada con la proyección de $500 billones de déficit para este año 2016. Trump crecerá el déficit 18 veces para que las generaciones futuras sean quienes lo paguen.

Hillary Clinton propone lo opuesto. Hillary busca mantener las tasas de impuesto actuales para no afectar al 95% de la población (pero tampoco los va a beneficiar) y al 5% más rico les pretende cobrar hasta 8% más de lo que pagan hoy. Los más ricos dejarán de ganar 8% de lo que ganan. Con esa medida Hillary piensa reducir el déficit federal hasta en $1.2 trillones en la próxima década. Además Hillary pretende mantener el gasto público y todos los programas de apoyo de gobierno para favorecer a los ciudadanos de menores ingresos.

En términos económicas (y simplificando un escenario muy complejo) Trump pretende gastar en la próxima década $9.5 trillones cuando Hillary ofrece ahorrar $1.2 trillones.

Los votantes americanos se enfrentar a una decisión de procrastinar el ahorro gastando los recursos hoy o diferir el gasto y ahorrar hoy.

La decisión de voto será más complicada que las implicaciones económicas que aquí expongo. El debate incluirá temas tan polémicos como el aborto, legalización de la marihuana y hasta el famoso muro.

La estimación del costo del muro es de $2.4 billones de dólares, que si bien es un dineral no es tan significativo cuando lo comparas con el impacto trillonario que tendrán las diferentes estrategias de política fiscal. La estrategia del muro es una vieja y efectiva táctica de los líderes mundiales al usar algo muy visual como bandera para comunicarse. Puede haber representaciones para bien como: “Pondremos un hombre en la luna” de JFK o para mal como: “La raza Aria dominará el mundo” de A. Hitler. Para mí, Trump y su muro van peligrosamente por el segundo camino.

Lo que hoy es una realidad es que la moneda está en el aire. Ya veremos a quien le entregan la flauta los votantes americanos.

twitter: @MiguelMier

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