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De la Singularidad a la realidad

Columna. Sin Anestesia: De la Singularidad a la realidad
02/06/2014 9:29 / Miguel Mier

“Vivo con la filosofía de crear el mundo en el quiero vivir” – Peter Diamandis (fundador de SU)
La semana pasada definí el concepto de singularidad en tecnología. Es ese punto en el tiempo en el que varias tecnologías van a converger para acelerarse y evolucionar sin intervención humana.
También les compartí que hay una universidad en California dedicada a la investigación, desarrollo y difusión de estas tecnologías llamada Singularity University (SU). La misión de SU es educar, inspirar y empoderar gente para mejorar la humanidad. Para lograr su misión sus áreas de investigación son supercomputación, nanotecnología, robótica, ingeniería genética, impresoras 3D y microbiología.
Todo esto que les cuento de la singularidad y de la SU suena muy complicado y lejano, pero gracias a la tecnología, esos avances están más cerca de nosotros que nunca. La tecnología es la herramienta que puede democratizar el conocimiento y los avances de la ciencia. Con suficientes bases educativas cualquier persona puede acceder a tecnologías que suenan muy complejas como la robótica. El futuro de toda la humanidad se verá impactado por estas tecnologías y es necesario que nuestros jóvenes aprendan a aprender solos.
Una de las tendencias que me parece fascinante es la capacidad que tenemos para aprender. Vivimos en un mundo con paradigmas que tenemos que modificar. Un paradigma es que los jóvenes aprenden de los adultos y los adultos mayores son los sabios que concentran el conocimiento. Con ese paradigma crecimos y creo que tenemos que empezar a cambiarlo.
La forma más fácil de romper ese paradigma es entrando a una tienda Apple o iStore. Todas las iStore tienen la sección de soporte. Cuando tengan cerca una tienda iStore los invito a entrar y fijarse detenidamente en la sección de soporte, casi invariablemente, hay un joven, muy joven al centro (17-23 años) y alrededor escuchándolo muchas cabecitas blancas (adultos mayores). Hoy los jóvenes educan a los adultos mayores, son los que mejor entienden la tecnología y nos la tienen que explicar a los mayores. Muchos jóvenes han aprendido a aprender solos, se han vuelto autodidactas. Lo mismo pasa con las tecnologías de la singularidad, y pasa en todos los países, no solo en los países desarrollados. Va una historia real de México.
Tras el divorcio de sus padres, un muchacho de 18 años de Tijuana llamado Jordi Muñoz se fue al Distrito Federal a tratar de estudiar Ingeniería Aeronáutica en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Jordi reprobó el examen de admisión, por primera vez. Se puso a trabajar de maletero en el Aeropuerto de la Ciudad de México, después en un cibercafé y en otras ‘chambitas’ varias. Un año después volvió a aplicar y volvió a reprobar el examen de admisión al ‘Poli’. Desanimado y triste se regresó a Tijuana, para estar con su mamá y para poner un puesto callejero de Tacos de Pescado.
No tuvo éxito en ese negocio que no le apasionaba nada. A los 21 años, con la novia embarazada, cruzó la frontera para buscar ‘chamba’ en California. Ahí se metió de lleno a estudiar robótica y a desarrollar diseños de robots. Sus diseños los publicaba en un blog de tecnología. A Jordi le pasó uno de esos golpes de suerte en el que el conocimiento y talento se encuentran con la oportunidad.
Chris Anderson, el editor en jefe de la prestigiada revista WIRED y creador de los TED Talks vio uno de los diseños de Jordi y empezaron una conversación. Una cosa llevó a otra. Chris logró una beca para Jordi para estudiar robótica en Suiza. Un año después, en 2007, Jordi se aburrió y se regresó a montar una empresa de Robótica en Tijuana con Chris Anderson como socio. Su primer producto: un Dron, un vehículo aéreo no tripulado, hecho en México, por un chavo de 27 años. Se pueden ver Drones, como los de Jordi, en la nueva temporada de la serie de televisión 24. Hoy su empresa vale cientos de millones de dólares y emplea a más de 200 tijuanenses. La historia de Jordi fue publicada por la revista Forbes el 21 de enero de 2014 con el encabezado Jordi Muñoz, de ‘nini’ a millonario.
La historia de Jordi es un claro ejemplo de que las tecnologías del futuro están hoy al alcance de muchos. Al alcance de quienes se preparan para entenderlas, no necesariamente en las universidades caras, y de quienes tienen una visión de futuro. De ahí nacen emprendedores y empresas que crean desarrollo económico. Me encantaría ver que en Michoacán hubiera muchos Jordis Muñoz. Nuestro estado necesita desarrollo económico. La tecnología crea empleos, no contamina y provoca innovación. Necesitamos crear un ecosistema emprendedor que permita desarrollar empresas de tecnología como lo han logrado hacer nuestros estados vecinos Jalisco y Querétaro.
La singularidad es un tren que se acerca a toda velocidad hacia nuestra realidad.
El autor es licenciado en Economía por el ITESM, con maestrías en Administración y Tecnología por las universidades de Stanford, Carnegie Mellon e ITESM. Es ejecutivo de Entretenimiento y profesor en la Maestría en Administración (MEIM) en la Universidad Carnegie Mellon de Los Ángeles, California.
mmier@stanfordalumni.org
Twitter: @MiguelMier

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