Columna. Sin anestesia: El mundial y el desarrollo
15/06/2014 20:49 / Miguel Mier
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“Es muy reñida la elección del mejor jugador de Brasil entre Neymar y el árbitro”, Gary Lineker, exgoleador de Inglaterra y actual comentarista, después del partido inaugural del mundial Brasil 2014.
La atención del mundo se vuelca al Mundial de Futbol Brasil 2014. Tanta euforia mundialista puede y debe tener implicaciones económicas para el país anfitrión.
Brasil es un país de 198 millones de habitantes comparado con los 120 millones que tiene México. Brasil es la economía más grande de América Latina, es el segundo lugar del continente americano debajo de Estados Unidos y es la séptima economía del mundo. El Producto Interno Bruto de Brasil es de 2,425,052 millones de dólares y el de México es de 1,162,891 millones de dólares. Brasil es una economía de más del doble de tamaño que la economía de México.
Bajo el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, Brasil vio sus mejores años de desarrollo económico. Durante los ocho años del mandato de Lula 30 millones de brasileños lograron salir de la pobreza y se incorporaron a la creciente clase media. Lula logró el Mundial de Futbol para Brasil en 2007. En esos años la economía de Brasil crecía arriba de 6 por ciento anual. Todas señales positivas para recibir a los 600 mil visitantes que se esperan. Como referencia a las olimpiadas de Londres 2012 viajaron 680 mil turistas. A Brasil, por la distancia, se espera un número menor al de Londres.
El costo de organizar el mundial para el gobierno brasileño es del arriba de 14 mil millones de dólares. Sudáfrica 2010 costó 12 billones. Esta cifra hace que el Mundial de Brasil sea el más caro en la historia de los mundiales. Se espera que la FIFA invierta 2 billones de dólares adicionales, lo cual incluye los 576 millones de bolsa para los equipos ganadores.
La estimación original de la inversión en los estadios era de 1.1 billones de dólares y hasta el momento se han gastado arriba de los 3.6 billones y los estadios no están terminados. El gobierno brasileño ha destinado otra partida adicional de 1.3 billones de dólares para infraestructura. Todas estas inversiones provocan desarrollo.
Empresas como la aerolínea TAM van a crecer su oferta de vuelos 35 por ciento. TAM tuvo que invertir 21 millones de dólares para fortalecer su red, crearon mil empleos directos nuevos y sumaron 750 nuevos vuelos para servir la alta demanda.
Todas estas acciones son positivas para hacer crecer la economía del ‘gigante’ sudamericano. Para los países que se preparan bien para los mundiales provocan grandes beneficios. Así lo vivió Estados Unidos hace 20 años en el mundial de1994. Como referencia la ciudad de Los Ángeles después del mundial logro una utilidad económica de 623 millones de dólares, eso es más de triple de lo que ese mismo año les dejó el Super Bowl con 182 millones de dólares de derrama. El beneficio económico sumado para Nueva York, San Francisco y Boston fue de arriba de 1 billón de dólares, hace 20 años. Brasil tendrá beneficios mayores, aun que, no todo son buenas noticias.
Los economistas brasileños esperan que el mundial 2014 destape la inflación. Los analistas creen que desde este mes de junio y en especial en julio verán un repunte importante de los precios para los consumidores. La inflación de Brasil la están reestimado en 6 por ciento en vez de 2.5 por ciento que estaban viviendo en años anteriores. La inflación es uno de los impuestos más dañinos para el nivel el nivel de vida de la población.
En lo político, el mundial ha provocado importantes crisis internas. Una de las más dañinas es la percepción de corrupción que existe en la organización del mundial y en la FIFA. El ídolo del futbol brasileño, Romario, hoy es congresista y ha definido el Mundial de Brasil 2014 como “el mayor robo de la historia de la humanidad”. Romario está promoviendo una investigación para auditar los gastos que el gobierno brasileño ha autorizado.
Las protestas populares de miles de brasileños se basan en el alto costo del mundial, en años en los que la economía ya no está creciendo a la velocidad del pasado, y ante las grandes necesidades que tiene el país en salud y educación. Los protestantes tienen parcialmente razón porque la inflación, que provocará el mundial, dañará primero a los más necesitados. La economía de Brasil en 2014 crecerá menos de 2 por ciento.
El saldo final para los brasileños será positivo. Tanta inversión activará la economía en el mediano plazo y la imagen de Brasil a nivel mundial se fortalecerá. Supongo que en general los brasileños estarán felices de recibir al mundo en el deporte más popular del planeta y que para ellos es como una religión. Sin embargo, creo que más que importarles el desarrollo económico y atender a los visitantes, lo que más les ha de preocupar es ganar el mundial.
El autor es licenciado en Economía por el ITESM, con maestrías en Administración y Tecnología por las universidades de Stanford, Carnegie Mellon e ITESM. Es ejecutivo de Entretenimiento y profesor en la Maestría en Administración (MEIM) en la Universidad Carnegie Mellon de Los Ángeles, California.
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@MiguelMier