por Miguel Mier | 8 de marzo de 2015
«Suma CNTE-Michoacán 50 alcaldías tomadas” Encabezado en Reforma (26 de febrero de 2015)
Dos sindicatos tienen la educación de nuestro país secuestrada. Uno es corrupto, opaco y retrógrado y el otro es peor. Uno es el sindicato más grande: el SNTE (Sindicato Nacional deTrabajadores de la Educación). El otro es el más violento: la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación). El SNTE es el sindicato nacional debilitado cuya famosa ex dirigente Elba Esther Gordillo hoy se encuentra en la cárcel. La CNTE es un sindicato regional beligerante que domina los estados de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas; el 15% de la población de nuestro país, el 15% más pobre. Los niveles de educación en México son los más bajos de los 34 países de la OECD según resultados de pruebas estandarizadas internacionales como la prueba PISA. Los niños en México en promedio estudian 8.8 años comparado con 13.3 en Estados Unidos. A los maestros se les paga en promedio 513.6 días de salario cuando realmente trabajan 200. Estos datos duros no son opiniones, son la triste realidad de nuestro sistema educativo actual.
Conociendo los datos que expuse ¿porqué el Gobierno no hace nada? Por que estos sindicatos por las buenas representan un número enorme de votos para el partido en el poder que los solape. Por las malas pueden provocarmanifestaciones multitudinarias que paralicen carreteras, aeropuertos y ciudades enteras. Para resolver el problema del magisterio hay que enfrentar a los sindicatos y pagar las consecuencias políticas que traen consigo las acciones de cualquier gobierno que se de a respetar.
El 7 de marzo (la semana pasada) México protagonizó otro encabezado en el semanario Británico The Economistque así se traduce: “La Educación Mexicana, reprobando la prueba”. Resulta que de las tan aplaudidas reformas que logró pasar el gobierno del Presidente Peña la de mayor impacto en la percepción social es la educativa. A la población le pareció más relevante mejorar el sistema educativo que las reformas energética o detelecomunicaciones. Me parece muy bien, aplaudo que la población vea la reforma educativa como la de mayor impacto y espere que traiga consigo progreso para nuestro país. El problema está en la implementación y su costo político en votos de cara a las elecciones de 2015.
La reforma educativa de 2013 busca mejorar la calidad de la educación por medio de mejorar la calidad de los maestros. En papel la propuesta se ve muy bien. En la práctica, en los estados donde opera la CNTE, no se ha logrado avanzar. El vocero de la sección 22 de la CNTE en Oaxaca Mohamed Otaquideclara a The Economist que se jactan de haber logrado bloquear la reforma al haber evitado que el congreso estatal vote en favor de la misma. La reforma contempla eficiencia al recortar el gasto de sueldos y salarios; en vez de lograr esa reducción, el gobierno estatal se vio forzado a autorizar un incremento del 6.7% a pesar de las bajas calificacionesde rendimiento educativo.
Uno de los cambios más importantes de la reforma de 2013 es ya no otorgar nuevas plazas a maestros que no se las ganen por medio del examen de conocimientos. Después de que los maestros de la CNTE de Oaxaca tomaron calles del DF por varias semanas, los calmaron otorgándoles5,000 nuevas plazas para maestros sin necesidad de examen.
Las acciones tan aplaudidas de la reforma educativa del 2013 no se están implementando por el costo político que implican. Pagamos impuestos para que el gobierno proteja a los ciudadanos y haga que se cumplan la leyes. Hasta el momento en México no existe ese estado firme que haga que se cumpla la reforma educativa que ellos mismos diseñaron, cabildearon y lograron aprobar. Está faltando congruencia.
La semana pasada en Londres tanto el Presidente Peña como el Secretario Videgaray, en dos entrevistas distintascon el Financial Times, aceptaron por primera vez que en México existe una crisis de confianza. Enorme declaración de sinceridad ante un medio de comunicación de talla mundial. Si sus declaraciones son honestas y de verdad quieren generar confianza lo que siguees tomar acciones firmes. Una acción contundente es hacer valer el estado de derecho: cuidar a los ciudadanos ante los plantones de la CNTE, obligar a todos los maestros a preparase mejor, a hacer exámenes y a transparentar las finanzas de los sindicatos. Eso es lo que prometió el gobierno del Presidente Peña en la reforma educativa de 2013 y eso es lo que esperamos que cumpla.
Hoy, de cara a las elecciones de junio de 2015, la CNTE desafía al gobierno de Peña Nieto. Si el gobierno actúa de manera congruente tendrá que aplicar sus reformas de manera enérgica. Si no lo hace reprobará el examen de congruencia que el destino le presenta. Intentar recuperar la confianza de la población sin un estado firme y congruente es como querer graduarse sin estudiar.
@MiguelMier